21 octubre 2011

10 consejos para escribir contraseñas seguras


La mayoría de los usuarios tenemos claves de acceso a los servicios que cualquier hacker podría descifrar y hay que tener en cuenta que guardamos datos privados de gran importancia, e incluso, los números de nuestras cuentas bancarias.
De modo inconsciente, basamos nuestras contraseñas en referencias simbólicas como nuestro cumpleaños, el de nuestros hijos o la fecha de nuestra boda. También así se lo ponemos fácil a los hackers, pues les basta con entrar en sitios como Facebook y a partir de algunos datos buscar combinaciones. Respecto al nombre de usuario, casi todos usamos el mismo que tenemos en nuestra dirección de correo electrónico. Conviene, por lo tanto, tener en cuenta algunas consideraciones, como las que aquí le damos:

1. Buscar claves que tengan más de ocho dígitos. Se consideran claves débiles las que tienen menos de ocho dígitos, ya que las combinaciones posibles son menores y pueden identificarse con programas generadores de combinaciones aleatorias.

2. No usar sólo números, aunque pongamos claves de más de ocho dígitos.

3. No usar sólo letras ni palabras. Las letras se pueden combinar con robots hasta dar con la clave. Respecto a las palabras, tienen una conexión simbólica con nuestro subconsciente, por lo que alguien que nos conozca un poco puede adivinarlas si piensa en el nombre de nuestra pareja, nuestros hijos o nuestras mascotas.

4. Optar siempre por combinaciones alfanuméricas. Mezclar letras y números es la solución más segura porque se mezclan dos sistemas de clasificación, lo cual amplia mucho las combinaciones. Revisar que no contenga señales personales.

5. Intercalar signos de teclado. Un truco que nos permitirá usar letras y números relacionados con nuestra vida sin peligro es intercalar símbolos como "#", "$", "&" o "%" entre los caracteres de la contraseña.

6. Lo mejor son las claves aleatorias. Si podemos usar un programa generador de claves aleatorias, estaremos mucho mejor protegidos. La página Clave Segura ofrece de manera gratuita un generador de claves en el que se puede escoger la longitud y la cantidad de caracteres de la contraseña. Otros servicios como Passwordmeter miden el nivel de seguridad de las contraseñas que confeccionamos.

7. No utilizar la misma contraseña para todo. Hay que tener una contraseña distinta para cada servicio y es recomendable cambiarla cada cierto tiempo.

8. Guardar las claves en un documento de texto. Como las claves seguras son muy difíciles de recordar, lo normal es guardarlas escritas en un documento de texto, que utilizaremos para almacenar las contraseñas de todos nuestros servicios.

9. Guardar el documento en un lugar seguro. Algunas opciones para guardar el documento con nuestras claves son usar una memoria USB, una copia de seguridad en un servidor de la red (con protocolos de cifrado de 128 bits o más), o guardarlo en plataformas diseñadas para tales usos.

10. Cerrar la sesión de los servicios a diario. Cuando apaguemos el ordenador lo mejor es salir de todos los servicios, ya sean el correo electrónico, las redes sociales o las plataformas donde guardamos documentos para sincronizarlos, etc. Si alguien encendiera nuestro ordenador y no los hubiéramos cerrado, podría acceder fácilmente, ya que el navegador guarda las contraseñas si no le indicamos lo contrario. Por lo tanto, hay que indicar en el apartado de "Seguridad" de nuestro navegador que no recuerde ninguna contraseña.

Curiosidad

Según un estudio, “1234” es la clave más frecuente que la gran mayoría de usuarios escriben para proteger sus servicios on line.
 

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